
OYA
Divinidad del río Níger, gobernó Oyó con Shangó en Nigeria y fue una de sus amantes. Es dueña de las centellas, los temporales y, en general de los vientos; además de poseer un carácter violento e imperioso, amar la guerra y acompañar a Shangó en sus campañas. Acostumbra a acudir en estos asuntos con un ejército de espíritus y pelea con centella y dos espadas. También es la dueña del cementerio, y vive en su puerta y en sus alrededores. Junto a Elegguá, Orula y Obatalá dominan los vientos. Aunque muchas ramas de la Regla de Osha no lo admiten en la actualidad, la tradición era poner a Oyá en una sopera con agua. Esta agua, que se tornaba milagrosa para curar la salud de los adeptos, parece tener un vinculo muy estrecho con la autentica tradición africana, ya que en África también se vincula esta divinidad con el agua.
Dice la leyenda que Oyá se casó con Oggún, pero se enamoró de Shangó, quien la secuestró. Un día, Shangó disfrutó de una fiesta que duró la noche entera y al alba él Oggun le arrestó. Sus enemigos lo tiraron en un calabozo y cerraron con llave la puerta. Shangó había dejado su mortero en la casa de Oyá, y esta, al ver que Shangó no volvió durante varios días, revolvió el mortero y comprendió que Shangó había sido capturado. Invocó un canto que hizo que se fundieran las barras férricas de la prisión para que Shangó pudiera escapar. Oyá envió el alivio a la tierra, y desde entonces Shangó la respetó y la adoró.
HERRAMIENTA DE OYA

IRUKE DE OYA
